“En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación” Octavio Paz
jueves, 7 de junio de 2007
EN PRIMER PLANO
Aquí estoy con mi figura desparramada sobre el suelo, desprovista de toda ropa que tape mis poros, con la desnudez que solo tenemos al nacer, y que la sociedad nos dice que andar así por la vida es obsceno y pecaminoso.Aquí estoy embriagando el aire que me rodea con solo unas gotas de perfume ese que perturba, y hace que ciertas miradas parezcan dejarse atrapar.
Sola aquí recostada en la soledad de mi habitación, con una luz tenue que la rodea, y una música de fondo tocando casi bajito; acordes de notas musicales que me hacen volar a otros sitios y me traen tu presencia a mi mente.
Con el clima perfecto para compartirlo de a dos, pero estoy sola, llenando mi mente con presencias que no están a mi lado.
Y te atraigo, y no te dejo escapar, quiero que seas mi prisionero.
Quizas, se también que estoy latente en la tuya. Pero ya vez estamos solos, yo rememorando momentos, vos, quien sabe…
Estoy sola pero te siento en mi, ahí tan cercano…
Si me vieras, si pudieras entrar en mis pensamientos, y saber que fantasía tengo en este momento.
Quiero volver a atraparte, abrazarte, fundirte en mí., en todo mi ser. Sentir tus manos amasando mi piel como tenaz alfarero gestando su obra. Y saber que cada centímetro de ella aun sigue perteneciéndote. Sin tapujos, sin merodeos, el sexo libre como nos gustaba, como lo disfrutábamos.
Aquí estoy hilvanando historias, recuerdos, y palabras no dichas.
Hoy solo los buenos momentos quiero volver a revivir, esos que llenaban nuestras vidas a medias, pero que nos hacían sentir tan bien, quizás llenos de vida, para después cada uno por su lado volver a morir en la mediocridad de lo cansino, de la rutina.
Añoro tus besos apasionados devorándome la boca a mordiscos, tu lengua viajando por lomas, curvas y llanos. Penetrando en la mismísima selva húmeda de mi interior. Y que solo te detengas un instante para alienarme de un placer único, sublime y proseguir su marcha en mis muslos, en mis caderas, y subir lentamente hacia las montañas cuyo único escalador en llegar a la cima has sido tú.
Si tú.. Nadie más. A ti te entregue todo, la carne, el alma y mi corazón, buscando dueño en el momento que nos cruzamos. Solo ahí fue nuestro momento, ese en el que nuestras vidas marcharon juntas pero paralelas, pero siempre sabiendo que no podían cruzarse más que para tener nuestro momento de pasión en un cuarto de hotel.
Aquí estoy desnudando mi cuerpo, mi alma, y soñándote despierta, creyendo que estas aquí a mi lado, sintiéndote dentro de mí, gozándote, y con mi corazón rebalsando de alegría porque eras mió y yo también te pertenecía.
Verbos en un tiempo pasado, que quisiera solo atrapar en mi mente y que nunca se borren de allí.
Cada instante, cada beso, cada sonrisa, cada caricia, tatuarlas en mi piel para que no se borren, aun cuando otras manos, lenguas o bocas llegaran a ellas.
Si tatuarte en mi, en todo el espacio de mi ser, de mi piel ardiente que te reclama, en mis manos que exploran solas los mismos centímetros de dermis que tocaron las tuyas, y solo pensar que estas aquí, viendo tus ojos, sintiendo cada movimiento que imprimes en mi.
Te siento adentro, huelo tu perfume, tu piel, tu transpiración, tus agitaciones, tus gemidos, tus orgasmos…
Los mios ya llenan el aire de la soledad infinita que me rodea…
CIELO INMENSO
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