Cómo saber si está satisfecha
Nunca fue tarea fácil entender a las mujeres. Y en el colmo de los desencuentros entre hombres y mujeres seguramente se encuentran los escarceos sexuales. Algunas de las señales que ellas emiten, si no se las conoce e interpreta correctamente, pueden ser equívocas. Y preguntarle todo el tiempo si lo estamos haciendo bien puede romper el clima que tanto costó conseguir.
Pero si prestamos atención a esta pequeña lista podremos aprender a interpretar mejor a las mujeres . Y eso no es poca cosa.
1. Señales corporales. Cuando los pezones pasan a estar firmes y erguidos en medio del juego previo es una buena señal. Esto generalmente viene acompañado de gemidos y un leve rubor sobre la zona superior del pecho. Durante el acto sexual, también son señales positivas una leve agresividad de la mujer (por ejemplo si clava sus uñas en nuestra espalda) y la tendencia a hablar expresando satisfacción o incitándonos a más. Si vemos que se dan muchas de estas condiciones o todas ellas, seguramente habremos dado con su punto G.
2. Hipersensibilidad emocional. Mucho se ha escrito sobre la imprevisibilidad emocional de las mujeres y la incapacidad de los hombres para entenderlas. Pero si observamos que ellas dan rienda suelta a sus sentimientos luego de una sesión entre las sábanas, podemos empezar a felicitarnos. Las alternativas luego de un orgasmo femenino pueden ir desde un leve cambio de humor hasta una pequeña crisis de llanto (crisis en el buen sentido, pensado como una catarsis emocional disparada por el placer sexual).
3. La siesta. Aunque parezca mentira, es una buena señal que nuestra compañera de lecho elija el sueño como acto inmediatamente posterior al sexo. Lejos de reflejar aburrimiento (muy distinta sería la cosa si eligiera dormir durante el sexo... ahí sí deberíamos empezar a preocuparnos), es una forma de recuperarse del cansancio por la catarata de orgasmos que, en el mejor de los casos, le provocamos.
4. Los mimos. Mientras que la mitología popular masculina señala que los hombres eligen simplemente darse vuelta y empezar a roncar luego del coito, las mujeres muchas veces eligen lo contrario. Besos, caricias y el contacto de su piel son una manera habitual de demostrar gratitud si están satisfechas.
5. La forma de caminar. Si se levanta para ir al baño y sus piernas tiemblan, podemos quedarnos tranquilos con nuestra perfomance. El temblequeo de piernas es una señal que no admite segundas lecturas: hemos cumplido con nuestro deber y con creces.
6. El tema recurrente de conversación. Si ella suena contenta, excitada, no puede dejar de hablar de lo que acaba de ocurrir, nos dice lo buenos que somos en la cama y elogia nuestra técnica sexual, podemos quedarnos tranquilos de que en poco tiempo vendrá por más.
7. La sonrisa interminable. La boca, a veces sin hablar (todo un logro para algunas mujeres) lo dice todo. Una sonrisa permanente, dulce y agradecida es un síntoma inconfundible en una mujer que ha saciado sus deseos y apetitos sexuales.
8. La mirada. Si nos damos cuenta de que nos mira de manera profunda a los ojos mientras sonríe todo el tiempo y nos pasa la mano por el pelo, también podremos calificarnos con un “aprobado” en cuanto a conocimiento en satisfacción sexual femenina.
9. La frase. Las palabras “te amo” durante o después del acto sexual significan sólo una cosa. La frase mágica podrá tener una connotación diferente en otros contextos, pero en este caso va directamente dirigida a nuestro desempeño sexual.
10. El día siguiente. Si todo lo anterior no es suficiente o no se cumple la mayoría de los puntos descriptos, la prueba última será su comportamiento al día siguiente. SI su humor sólo puede calificarse de sublime, la sonrisa en sus labios es una constante y encontramos nuestra rutina matinal interrumpida por el silbido o tarareo de su canción favorita, podremos estar más que conformes con nuestro conocimiento de las formas de satisfacer a una mujer.