II
Si están pasando por un período de aletargamiento sexual, existe una forma de despertar, de animarse y jugar al sexo además de darle un cambio increíble a la relación.
¡¡¡DISFRÁCENSE!!!
Mar profundo
“En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación” Octavio Paz
II
Si están pasando por un período de aletargamiento sexual, existe una forma de despertar, de animarse y jugar al sexo además de darle un cambio increíble a la relación.
¡¡¡DISFRÁCENSE!!!
Mar profundo
I
Las fantasías son representaciones imaginarias emanadas del inconsciente que permiten visualizar situaciones sexuales que se han vivido, que nunca se van a vivir o que se desearía experimentar en algún momento de la vida.
En ellas se concentran sueños, recuerdos, deseos y frustraciones.
En principio, son solo del dominio de la imaginación, nunca de la realidad pero es precisamente en las fantasías donde es más delgada la barrera, donde más cerca está la realidad de la imaginación.
El órgano sexual más importante es el cerebro, juega con tu pareja, inventa, crea y permítanse viajar libremente por las fantasías de ambos.
Prepara una bandeja (charola), acompáñala de un par de copas de vino. Baña a tu pareja con el vino y bébelo de su cuerpo. Puedes hacerlo de la forma que quieras, lamiéndolo o sorbiendo lo que se escurre, lo importante realmente es que descubras que es lo que te está ofreciendo.
Las variantes a este juego dependen de la imaginación de ambos, puede ser que el que va a degustar al otro tenga los ojos vendados y deba adivinar que está comiendo además de encontrar tener que buscarlo recorriendo con la boca todo el cuerpo, o en caso de las frutas podría haber rebanadas de diferentes sabores sobre el cuerpo, en partes muy estratégicas, poner alguna fruta entera cerca de los genitales de la pareja e ir comiéndosela lento y provocativamente o macerar la fruta y untarla por el cuerpo para después asear a la pareja a lenguetazos. Otra variante es que en lugar de frutas se utilicen mermeladas, miel, crema o el sabor de tu preferencia extendiéndolo sobre el cuerpo con movimientos sensuales y provocativos; si no eres maniático del aseo, provócala y así embarrados hagan el amor y sientan esos cambios que da el resbalar de sus cuerpos.
Mar profundo