viernes, 30 de marzo de 2007

INTIMIDADES AL DESCUBIERTO- EL SALON DE BELLEZA

Hoy quiero contarles de alguien muy particular, es muy joven tiene ahora cerca de 18 años, empezó a venir a nuestro salón con su mamá, ya pasado los años comenzó a venir sola, la historia que recuerdo es una de las primeras que me contó.
Cuando narro su experiencia, le serví de oreja, tenia que contárselo a alguien, en cierta manera me sentí bien porque confió, pero produjo en mi cierto dolor e impotencia de no poder hacer nada por ella y su historia de “amor”


LA HISTORIA DE CAROLINA, LA VIRGEN
No hay nada mas embolante que ir a clases, y ciertas materias las aborrezco así que mucho mas, hasta que un día la profesora de historia comenzó a faltar y nombraron un reemplazante, era un hombre apuesto, alto, elegante, el pelo negro con algunas canitas que le comenzaban a salir, tendría cerca de 35 años. Bien vestido, pero siempre con jeans.En su mano pude ver ese horrible anillo de casado, pero no me importo, solo lo admiraba con la vista, hasta que comprendí que no pasaba desapercibida para él. Después de las miradas, pasamos a los roces con la mano, con el cuerpo, siempre estaba cerca de el, despertaba en mí ese deseo incontrolable que me hiciera suya.Los chicos de mi edad no me interesaban, yo quería un hombre que me lo enseñara todo.
Hasta que un día me decidí y le envié una nota dentro de un libro que deje sobre sus carpetas, era un cita, y tan mal no me fue porque el se presento. Nos fuimos a charlar a un café lejano a la zona, y ahí nos quedamos bastante hasta que al despedirnos, yo roce mis labios con los suyos, y el no pudo mas y me beso apasionadamente.Ahí descubrió que besar no sabia mucho, por lo que vislumbro que de sexo sabia menos.
Volvimos a encontrarnos, pero esta vez me dio la dirección del departamento de un amigo, así que nerviosa y expectante fui a mi primer cita.El departamento estaba bien climatizado, velas, luces rojas, música, me hacían sentir mas nerviosa pero mas caliente.Escuchamos música y comenzamos a bailar, vinieron los abrazos y los besos, hasta que sentí que con sus manos recorría mis muslos, y su lengua subía y bajaba por mi cuello.M e fue sacando con delicadeza la remera que llevaba puesta, y me desabrocho el soutien, todo esto lo hacíamos mientras seguíamos bailando, entre mis piernas percibí algo duro que me clavaba la pelvis, un escalofrió entro en mi, mezcla de miedo y pasión, quería ver eso que el tenia allí, algo real y ver si era como mostraban las revistas.Con el torso desnudo comenzó a manosear mis senos que no eran pequeños para una chica de 16 años, y con su lengua casi reptil me lamía descontrolado, chupaba mis pezones de una manera que me hacia excitar cada vez mas, estaba húmeda, ardiente, deseando que me hiciera el amor.
Fue de golpe cuando sentí su mano en mi braga, y como sus dedos hurgaban, los saco se los metió en la boca, como degustando el jugo que extrajo, y volvió a meterlos, mi friccionaba el clítoris, y con otro me lo introducía y sacaba en mi vagina, no pude controlarme y tuve un orgasmo, diferente al que tenia a solas en mi habitación, me quede con ganas de mas, así q baje su pantalón cuando tuve frente a mis ojos ese reptil hermoso, erguido preparado para metermelo en la boca, comencé a chuparlo cuando el, me separo y me dijo :
- espera, esto es necesario
Y saco un sobre con preservativos, y se lo coloco.
M e llevo hasta la cama y comenzó a besarme las tetas nuevamente, con desesperación de animal enjaulado queriendo salir, no le alcanzaban las manos, y a mi la boca para deslizarme en ese pecho y abdomen tan varonil de hombre “macho”
Cuando ya creía que iba a metermelo, me da vueltas y me coloca boca abajo en la cama y toma de la mesa de luz un pote, pude ver de reojo que se untaba los dedos, pensé: vaselina para no hacerme doler, como vi en las películas.Pero no era para el lugar que pensaba, con su dedo comenzó a metermelo en mi ano y tratar de agrandar algo, que yo no suponía que así seria, le pregunte que hacia?, me hizo callar, y con su otra mano me tocaba el clítoris haciéndome sudar, de pronto me dijo:
- te va a doler un poquito, pero pasa enseguida, no chilles te va a gustar bebe.
Ni bien termino de decir eso, sentí su tremendo sexo tratando de entrar en mi ano, empujaba y sacaba, empujaba y sacaba, y yo ahí boca abajo excitada, porque después de cada ola de dolor venia una mas de excitación, quería que me la metiera toda de una vez, pero note que no me quería lastimar demasiado, hasta que lo sentí todo adentro, me descomponía de dolor, pero el placer me invadía no pensando en ello, y comenzó a moverse y gemir, me chupaba los hombros, las espalda, me daba pequeñas mordidas en la oreja, y yo acababa en su mano, una dos y tres veces, era algo para mi sumamente excitante. Hasta que sentí su grito de placer en mi oído, y dijo:
- que polvo nena, me volviste loquito!
M e di vueltas con lagrimas en los ojos de placer y dolor, y me abrazo y dijo:
- te portaste bien, la próxima te dolerá menos.
- bueno anda a bañarte si queres, ahh y esto nada ni siquiera a tus amigas, que me pueden mandar en cana, sabes?
Asentí con la cabeza, y no dije nada.
Quizás esperaba un beso amoroso, o una frase mas cariñosa, o un abrazo tierno, pero no encontré nada.Tome mis ropas y me fui al baño, y bajo la ducha llore desconsoladamente, eso no era lo que yo esperaba de el, yo lo amaba, yo esperaba amor, n o sexo.Nos despedimos a las apuradas, solo me alcanzo hasta mi parada de micro, ya que podía caminar a duras penas, sentía demasiado dolor, pero me sactifacia que venia de algo que había disfrutado.Así pasaron los meses, y nunca tuvimos sexo “normal” siempre por atrás, dice que tiene miedo que se rompa el preservativo y dejarme embarazada, así es mas seguro, además cuando estoy con la regla que mas caliente ando, también lo podemos hacer, esas son cosas que el me enseño, como también que le meta yo unos aparatitos a el dentro de su ano.Ya llevo una relación de dos años, ya termine la escuela, y sigo enganchada con ese hijo de mala madre, que todavía no me desfloro como se debe hacer, seguimos practicando sexo anal 2 veces en semana, y sigo perdidamente enamorada de el, aunque se que n o me ama y que nunca dejara a su mujer.

CIELO PROFUNDO

INTIMIDADES AL DESCUBIERTO- EL SALON DE BELLEZA



PAMELA LA MIRONA
Alguna vez conté que Pamela es nuestra cliente mas habitual, ya que requiere venir seguido al salón de belleza, pues le gusta estar siempre presentable, además que sus dos trabajos lo requieren: ser bailarina de caño a la noche y "acompañante" de día.
En una de esas visitas me contó su historia:

Estaba en un bar a media tarde, haciendo tiempo porque esperaba un llamado para acompañar a cierto señor a un cóctel de empresarios, cuando lo vi entrar a el, alto, rubio, bronceado, atlético, a través de su camisa blanca podía percibir esos buenos abdominales. Su perfume flotaba en el aire, me cautivaba tanto como su masculinidad, lo miraba casi de reojo y el me contesto con una sonrisa. Se sabia un ganador, y yo presa fácil, ese tipo de hombre me volvía loca, y últimamente esos no requerían de mi "compañía" en cambio si Sres., mayores, obesos, calvos, arrugados, que pagaban bien por una buena encamada.
Pensé en el, me veía en la cama, sentía el calor, hervirme la sangre, y esas ganas de hacerlo mío. Esa boca quería arrancársela a mordiscones, y devorármelo todo como hacia tiempo que no lo hacia con un hombre de verdad:
Me sentía tan caliente, que comencé a mojarme, de solo "ratonearme" con el, lo seguí mirando, pero el estaba absorto en su café, y una revista entreabierta. De pronto entro alguien, un chico joven, no muy lindo pero de buen cuerpo, se sentó muy cerca, luego al verlo se fue a su mesa, pensé ahora menos podré conquistarlo, charlando con su amigo ni se ocupara de mi.
Al cabo de unos minutos el rubio fue al baño, me sentía inquieta, no volvía y la espera era larga, al entrar unas cuantas personas al local, y cuando me descuide vi desaparecer al nuevo chico.
Haciendo uso de una locura que paso por mi mente, me dije porque no? Me levante y me dirigí al baño de hombres, espié y no vi nadie en los lavabos, así que entre, no los vi, pero de uno de los baños con la puerta cerrada sentía ruidos.
Entre al baño contiguo, me descalce y me subí al inodoro, y desde arriba pude ver lo que mi mente en ese momento dudaba, y que ya me aclaraban las imágenes, estaban en una batalla de posesión, besos, caricias, manos ligeras que tocaban, y se enredaban. Cuando vi que el chico mas joven saco de su pantalón su miembro, erguido, rosado, esperando explorar una flor abierta para el. El rubio agachado contra el inodoro con sus brazos contra la pared, espero ser penetrado con fuerza , se tocaban, se besaban, eran un torbellino desesperado de besos, abrazos, gemidos, extasiada y cachonda, me quede perpleja viendo el acto inesperado y que nunca pensé ver.
Sigilosa, seguí ahí arriba parada, aunque mis pies se cansaban no me importo ser participe anónimo de sus actos, y sin darme cuenta comencé a tocarme, esa escena me excitaba, dos hombres guapos y aparentemente varoniles tenían sexo en un baño, me pareció cada vez mas excitante cuando comenzaron a gemir, y tuvieron los dos sus orgasmos, y yo acompañándolos en mi juego tuve necesidad de tocar mis pechos, hurgar en mis pezones, y con la mano en el clítoris buscar el maravilloso “puntoG” para acompañarlos con mi orgasmo, siendo cómplice de su encuentro a escondidas.
CIELO PROFUNDO