sábado, 21 de abril de 2007

QUE TIERNOS!!


L words
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The L Word - Jenny & Marina

PARAFILIAS

PARAFILIAS

Definición: “Desviados”, “perversos”, “aberrantes”, son algunos de los vocablos que se han aplicado a las personas que sufren de un deseo hacia objetivos sexuales claramente alejados de lo que es compatible con la “normalidad”. Fue necesaria la aparición de las clasificaciones internacionales para que se las enmarcara en un contexto clínico.

Podemos decir que las Parafílias se usa a imaginación o actos pocos comunes o extraños, necesarios para la excitación sexual, con tendencia a la insistencia, a la resistencia no siempre sujeta a la voluntad y a la dependencia, de tal modo que la gratificación sexual está sujeta a unos estímulos relativamente insólitos que se convierten en el foco principal, y a veces exclusivo, del comportamiento sexual. Los parafílicos tienen una sensación de falta de control sobre sus fantasías, deseos o conductas. Pero no todos participan en las obras con la misma intensidad; hay parafílias leves, marcadamente afectadas por las necesidades parafílicas recurrentes, pero el sujeto nunca se decide a pasar a la acción; otras son moderadas, y el sujeto actúa en algunas ocasiones de acuerdo con sus necesidades parafílicas.


Desde una perspectiva antropológica, las parafílias suelen darse sobre todo en las sociedades grandes y complejas. En efecto, los individuos de las sociedades primitivas rara vez desarrollan otras parafílias que no sean el parcialismo (una forma de fetichismo) y el travestismo, siendo la paidofilia relativamente frecuente, pero como un hecho ritualizado y parcialmente institucionalizado.

Las parafílias son más frecuentes en los varones en proporción abrumadora, a excepción del masoquismo, en que las cifras indican una proporción de 20 hombres por cada mujer.

EXHIBICIONISMO:


Se obtiene excitación al mostrar los genitales en lugares públicos a personas que, por lo general son desconocidas. Es importante para el exhibicionista conservar la sorpresa y la forzosidad de la observación de sus genitales. La excitación ocurre al anticiparse mentalmente la situación, y el orgasmo es producido por la masturbación.

FETICHISMO:

El impulso sexual se dirige hacia un objeto inanimado tangible y manejable. Algunas veces el objeto es una prenda íntimamente en contacto con la piel y en otras ocasiones, son partes inanimadas del cuerpo femenino.

PEDOFILIA:

Es la presencia de fantasías o conductas que implican actividad sexual entre un adulto y un niño. El sujeto debe presentar por al menos seis meses, deseos sexuales intensos y recurrentes hacia menores de trece años. Puede darse de diferentes formas: en relación a la orientación, puede ser de tipo heterosexual, homosexual o ambas.

MASOQUISMO:


Se analiza en conjunto con el sadismo, como una tendencia a causar dolor al objeto sexual o a ser maltratado por él.Algunos autores las describen como dos formas expresivas del mismo fin, placer por el dolor, en forma activa (sadismo) o en forma pasiva (masoquismo). Por lo tanto aquí el dolor es el fin en sí mismo, tanto el emitirlo como el recibirlo.

Tal conducta implica alivio de la culpa generada por el sexo, donde es un requisito que el dolor recibido sea planeado, para la obtención de placer.

VOYEURISMO:

Es la obtención de excitación sexual al observar en forma oculta y sin el consentimiento de las victimas, quienes están desnudas o realizando alguna actividad sexual. Tal acto frecuentemente va asociado a la masturbación, pero no hay realización de acto sexual posterior a dicha conducta. El voyeurismo adquiere carácter compulsivo, puede ser pasajero pero frecuentemente es de curso crónico.

FROTTEURISMO:

Es la obtención de placer exclusivo a través del frotamiento de los órganos genitales contra el cuerpo de una persona desconocida y sin su consentimiento, a veces utiliza las manos y acaricia a su víctima, se realiza en lugares públicos y concurridos.

ZOOFILIA:

Se considera zoofilia cuando se encuentra perturbado el objeto sexual de la tendencia sexual hacia los animales, siendo éstos el fin específico de su motivación sexual.

COPROFILIA:

El placer se relaciona con la eliminación de heces. La forma parafílica más común consiste en observar a hombres y mujeres que defecan. En su forma extrema incluye ser objeto de defecación o ingerir heces. Algunos de los que sufren estos trastornos miran a través de agujeros en los baños públicos. En algunos burdeles existen canceles de vidrio a través de los cuales pueden observarse los procesos de eliminación.

UROFILIA:

El placer se relaciona con la excreción de orina. La forma parafílica más común consiste en observar a hombres y mujeres que excretan. En su forma extrema incluye ser objeto de micción o ingerir orina.

NECROFILIA:

Actividad sexual con un ser humano muerto, que puede incluir o no mutilación del cadáver.

TROILISMO:


El troilismo consiste en compartir al propio compañero sexual con otra persona, mientras que el tercer individuo observa el coito. También puede involucrar dos parejas que tienen relaciones sexuales al mismo tiempo. El concepto que se tiene del troilista es que es un inadecuado sexual que no puede ejecutar el coito, a menos que participe en la experiencia de compartir.

HIPOXIFILIA:

Consiste en intentar intensificar el estímulo sexual por medio de la deprivación de oxigeno, sea a través de la utilización de una bolsa de plástico donde se introduce la cabeza o de alguna técnica de estrangulamiento.

HOMOSEXUALIDAD (PARTE I)

La cuestión de la homosexualidad ha sufrido distintos vaivenes a lo largo del tiempo y fue sucesivamente aceptada, rechazada, perseguida o reconocida. En la elección homosexual confluyen tantos parámetros como en cualquier otra actividad sexual, lo que indica que nunca se podrá entender a través de uno solo de ellos. Es decir que no podemos analizarla con el exclusivo prisma de la moral o de lo legal, o desde una óptica psicoanalítica o desde el placer.

Sabemos que la homosexualidad, tanto la femenina como la masculina, es una práctica conocida desde la antigüedad. La denominación no deriva del prefijo latín homo que significa hombre, sino del vocablo griego homoios, que define lo que es igual o semejante

A las mujeres homosexuales también se las denomina lesbianas, en honor a la isla de Lesbos donde residía la poetisa Safo, célebre por la belleza de sus cantos al amor y al amor homosexual en particular. Allí, en "la morada de las discípulas de las musas" cantó a la "amada ausente", a quien "igualaba a una diosa insigne" y "aguardaba con el fuego prendido en el corazón, abrasado de deseo".

“Apenas te veo así un instante, me quedo sin voz, se me traba la lengua.
Un fuego penetrante fluye enseguida por debajo de mi piel.
No ven nada mis ojos y empiezan a zumbarme los oídos.
Me cae a raudales el sudor, tiembla mi cuerpo entero,
me vuelvo más verde que la hierba”.

Safo de Lesbos

Se ha discutido mucho sobre la definición de la homosexualidad como enfermedad y ha habido, y sigue habiendo, enormes controversias. Es cierto que no es un cuadro nosológico en sí mismo: uno puede ser homosexual neurótico, psicótico, psicopático o normal desde el punto de vista psiquiátrico, al igual que los heterosexuales. La Organización Mundial de la Salud retiró a la homosexualidad del listado de enfermedades. La Asociación Norteamericana de Psiquiatría (APA) ha hecho una declaración en contra de las llamadas terapias correctivas.

Sin embargo, ya en el DSMIII (Manual de diagnóstico de la Sociedad Norteamericana de Psiquiatría) se diferencia entre una homosexualidad egodistónica, que es aquella en la cual la persona tiene conflictos con su tendencia homosexual y sufre por ello, de otra egosintónica, en la cual la persona no siente su situación como un padecimiento, sino como una elección y goza con ella.

Sobre la base de estudios antropológicos se puede afirmar que la homosexualidad es una constante universal de la cultura. Se ha observado su presencia tanto en pueblos primitivos como en otros altamente desarrollados; en sociedades en decadencia tanto como en aquellas que estaban en su apogeo, y no depende de los valores religiosos de una civilización dada. Siempre se menciona a los griegos, que habían alcanzado altísimos niveles culturales y políticos, como cultores del amor homosexual. En esto cabría hacer una aclaración: en principio eran partidarios de un pansexualismo, es decir un culto al amor y al erotismo. No solían ser homosexuales exclusivos y amaban la virilidad total. Esto se apoyaba en una verdadera aversión o desprecio por las mujeres (misoginia), a quienes consideraban inferiores. Platón, en "El Banquete", aconsejaba enviar a la guerra a parejas de varones para que se defendieran mutuamente. Algo de esto ocurría con la pareja de Aquiles y Patroclo, en "La Ilíada".

Los romanos continúan en cierta manera con este tipo de amor y junto a sus mujeres poblaban sus lechos de bellos efebos y favoritos. Es célebre el caso de Adriano (y recordemos las magistral novela "Memorias de Adriano" de M. Yourcenar) que amaba a las mujeres pero que desfalleció cuando se suicidó el joven Antinoo, que era su favorito. En esto los griegos y los romanos instauran un tipo de relación maestro discípulo, en la que también interviene el erotismo de los cuerpos. Pero habría que hacer la salvedad de que estos amores homosexuales se conocen desde el marco de las prácticas sexuales de las clases dominantes, que eran, en última instancia las que escribían las crónicas de la época.

Extractado de"sexualidad de la pareja" (Sapetti - Rosenzvaig, Editorial Galerna, 1987)

El amor puro por los jóvenes

está reservado a los filósofos,

pero para el hombre común

tanto las mujeres como los

varones sirven para el placer"

Luciano, Diálogos de tendencia cínica

HETEROSEXUALIDAD

HETEROSEXUALIDAD

De la heterosexualidad hay poco que decir pues es ampliamente reconocida, aceptada y de poca información que discutir. Para muestra pondré algunas citas que respecto a ella se han escrito:

"Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer, mientras no la ame." Oscar Wilde, en “El retrato de Dorian Gray”

"Un hombre y una mujer verdaderamente enamorados es el único espectáculo de este mundo digno de ofrecer a los dioses." Johann Wolfgang von Goethe

"El hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y sopla."

"Mujer sin varón, ojal sin botón."

"Ni mesa sin pan, ni mocita sin galán."

PREFERENCIAS SEXUALES


La sexualidad humana está marcada por grandes grupos de preferencias: La heterosexualidad, la homosexualidad,la bisexualidad, el travestismo y la transexualidad. Veamos por separado cada concepto desde su definición básica.

La heterosexualidad es una orientación sexual que se caracteriza por la atracción sexual, o el deseo amoroso o sexual hacia personas del sexo opuesto, en contraste con la homosexualidad, y que suele distinguirse de la bisexualidad

Además de referirse a una orientación sexual, el término heterosexualidad también se refiere al comportamiento sexual entre personas de sexo opuesto. Muchas especies animales (aquéllas que tienen sexo y fertilización interna), entre las que se encuentra la especie humana, se reproducen mediante relaciones heterosexuales.

La homosexualidad es la orientación sexual(excitación erógena o atracción romántica) hacia individuos del mismo sexo. La palabra puede designar tanto la orientación entre hombres como entre mujeres, decir puede ser masculina o femenina (llamada también lesbianismo).

La bisexualidad, en la sexualidad humana, hace referencia al deseo romántico o sexual hacia personas de ambos sexos. El término tiene el mismo origen que los de las otras desorientaciones sexuales, homosexualidad y heterosexualidad.

Aunque se ha observado en gran variedad de formas en todas las sociedades humanas de las que quede registro escrito, la bisexualidad sólo ha sido objeto de estudio serio desde la segunda mitad del siglo XX, y aún hay desacuerdos sobre su prevalencia y naturaleza.

El travestismo consiste en vestir ropas del sexo opuesto. En castellano el sustantivo travesti suele referirse a personas de sexo masculino que adoptan los modismos culturales, las vestimentas y la manera de arreglarse convencionalmente aceptados para el sexo femenino de manera permanente. Algunos travestis incluyen para su cambio medidas que modifican físicamente sus cuerpos mediante uso de hormonas, depilación del vello corporal y cirugías con el objeto de feminizar sus cuerpos, sin incluir la operación de cambio de sexo. Estos cambios, si bien están relacionados con su identidad homosexual, tienen parámetros equivalentes a la identidad heterosexual, es decir el travesti se identifica a sí mismo como un ser femenino o una mujer cuyo objeto de deseo son los hombres que configuren el estereotipo cultural heterosexual. Algunos travestis con el tiempo toman la decisión de convertirse en transexuales. El sustantivo no designa en sí mismo el ejercicio de la prostitución, aunque esta actividad está fuertemente asociada a personas travestis de sexo masculino de escasos recursos en muchos países debido a fenómenos socioculturales. Usualmente no se utiliza el mismo sustantivo a personas de sexo femenino que adoptan los modismos culturales masculinos.

Una persona transexual encuentra que su identidad sexual está en conflicto con su anatomía sexual. Es decir, se produce una disconformidad entre su sexo biológico y su sexo social y el sexo psicológico.

Una mujer transexual es aquella que nace con anatomía masculina y un hombre transexual es el que nace con anatomía femenina. Es decir, se les designa por el sexo con el que se sienten identificados y no por el sexo al que al nacer corresponden.

En estas personas suele darse el deseo de modificar las características sexuales que no se corresponden con el sexo con el que se sienten identificados. Por eso, algunas de estas personas suelen pasar por un proceso de reasignación (CRS) de sexo, que puede incluir o no una cirugía de reconstrucción genital, mal llamada operación de "cambio de sexo".