lunes, 5 de noviembre de 2007

EL SUEÑO (1RA PARTE)

Me quede dormida, soñando...
Y en ese sueño estabas tù.
Tu figura se confundia en la neblina de la noche, y el frio agazapaba almas entre si.
Ansiosa escapandole al viento helado, corri por el callejon tratando de encontrar un atajo para llegar mas rapido.
Sin esperarlo un brazo firme me tomo de la cintura y un cuerpo pesado se abalanzo sobre mi, senti miedo, pero no quise gritar.
Senti temor, pero no quise pelear. Me seducia esa sensacion rara de miedo y excitacion.
Me seducia que alguien escaramuzado entre tanta ropa y con un gorro tapandole casi todo el rostro me tomara entre sus brazos.
No quise pensar, no quise actuar, solo me deje llevar por tus instintos felinos casi carnivoros que me devoraban la piel, tratando de desverstirme y dejando mis senos al aire.
Tu boca los succionaba y era un deleite saber lo bien que lo hacias.
Me estaba mojando, estaba entrando en climax, me estabas volviendo loca.
Tus manos se entremezclaban con mis piernas para llegar a mi pubis y enredarte con mis vellos, y ahi urgabas y buscabas, y encontrabas mi placer.
queria devorarte todo, sin saber quien eras, sin conocer tu rostro, mis manos torpes trataban de buscar, y no me dejabas llegar.
Queria que me poseyeras, pero te tardabas en hacerlo.
Solos mis pechos y mi vagina eran tu entretenimiento, y yo esperaba mas....
CIELO INMENSO

MASAJE EROTICO


El masaje erótico o masaje sexual, consiste en la estimulación de la piel y manipulación de los músculos, con el fin de producir bienestar e ir aumentando la excitación erótica. Esta estimulación puede realizarse mediante caricias, besos, etc.
La piel del ser humano posee una superficie de 18.000 cm2 y un millón y medio de receptores. Se puede decir por tanto que la superficie corporal, la piel, es el órgano sensorial más extenso del cuerpo humano.

El arte del masaje erótico

A lo largo de la historia de la sexualidad, los amantes se han abandonado a la sensualidad de las caricias. Ya desde la antigüedad, se ha considerado el tacto, y las sensaciones producidas por la suavidad de las manos, como un hecho básico en el arte de amar.
Con los masajes eróticos conseguimos que el cuerpo despierte a un mundo de sensaciones a menudo adormecidas por los ajetreos y tensiones cotidianas.
El masaje prepara nuestro cuerpo para el
placer y la excitación. Relaja los músculos, disipa tensiones, calma los nervios, serena nuestra mente y olvidamos las preocupaciones, abandonándonos a las sensaciones placenteras que recorren nuestro cuerpo palmo a palmo.
Las manos del amante no sólo trasmiten bienestar físico, sino que derraman sobre nuestra piel, ternura, cariño, cuidado y deseo. En medio de este mar de sensaciones podemos aprender a relajarnos y sentir con todo nuestro cuerpo, olvidando por unos minutos el tradicional protagonismo
genital de los encuentros sexuales.
El masaje erótico como parte de los
preliminares y del juego sexual constituye un mundo de sensaciones de bienestar, ternura, intimidad y deseo.
Consejos
Elegir el momento
La técnica del masaje erótico requiere calma y buscar el momento apropiado, las prisas son el mayor enemigo. Lo ideal es disponer de un momento de tranquilidad, donde podamos desconectar el teléfono para que nadie nos interrumpa.
Hay que buscar un lugar adecuado, tranquilo y sin interrupciones.

El ambiente
El lugar elegido, debemos prepararlo con una temperatura adecuada, en la que la otra persona al desnudarse no tenga frío ni excesivo calor. La temperatura ideal son 25º C.
Podemos tumbar cómodamente a la persona en una cama, en el sofá, o en el suelo encima de un edredón, o sobre una alfombra rodeados de cojines.
Una luz tenue (las velas suelen aportar una luz agradable y sugerente), algo de música de fondo, un aroma agradable de incienso (o de los aceites que utilicemos), sumado previamente a una copita de cava y unas fresas o bombones, pueden ser el preámbulo ideal a nuestro masaje, haciendo que todos nuestros sentidos disfruten a la par del momento.
Aunque a otras parejas les estimula mucho más la improvisación y la espontaneidad, a los más romanticos les gustará ambientar la sala con velas, música de fondo, y haber preparado antes una deliciosa velada con una cena exquisita (
afrodisiaca).

Aceites y lociones de masaje
Se puede usar una loción o aceite de rápida absorción para comenzar el masaje, sin embargo, no es conveniente usar cremas que tardan más en ser absorbidas por la piel y que puedan producir un sabor desagradable, por si queremos una vez iniciado el masaje, pasar a estimular el cuerpo con los labios o la lengua.
Con el masaje erótico además de estimular cada rincón de la piel para ir aumentando la
excitación sexual, buscamos hacer que nuestra pareja se sienta deseada y sensual.

Procedimiento general
En nuestro masaje sexual, podemos empezar a acariciar y masajear suavemente las estremidades, las manos, los pies, la cara, la cabeza, para poco a poco ir adentrándonos en la espalda, el cuello, los hombros, las piernas. El siguiente paso seá estimular los muslos, las ingles y los
pechos. Por último los genitales.
Sin embargo no hay un itinerario establecido sino que podemos variarlo según el momento, sobre todo hay que poner atención a las reacciones de nuestra pareja para saber si está resultando
placentero.
Las sensibilidad del cuerpo varía en cada persona sin embargo hay zonas como el cuello y la nuca (parte posterior), los párpados, los hombros, las axilas, la cintura, los glúteos, los pies y ambos lados del tórax, son muy sensibles a la estimulación bucal o manual.
Las
zonas erógenas, o más sensibles debido a su abundante inervación son, la boca, el lóbulo inferior de la oreja, las mamas, los órganos genitales externos, el periné y el ano.
Sin embargo en el masaje erótico se puede comenzar acariciando las sienes, la raíz del cabello, o masajeando simplemente el cabello, lo que produce un dulce
placer tanto para el hombre como para la mujer. También podemos acariciar la parte anterior de la muñeca, los codos, la curva de la rodilla, etc
El masaje practicado con sensualidad y sensibilidad puede ser una fuente realmente placentera, llena de
erotismo y complicidad.
(FUENTE:sexualidad.es)