MORTIFERA COMO VENENO
NOCIVA COMO UNA DROGA
ADITIVA COMO EL ALCOHOL
ARDIENTE COMO UN VOLCAN
NECESARIA COMO EL AIRE QUE RESPIRABA...
asi es ella, asi es Mara.
Cuando la conoci hace mas de un año atras, me impacto.
Fue en una fiesta. Ahi la vi, impectuosa, elegante, subyugante. LLevaba un vestido corto color blanco , el cabello recogido y con muy poco maquillaje, solamente el necesario.
Quizas no era bonita, pero si una mujer interesante.
La persegui con la mirada toda la noche, la vi charlar con varios de los invitados alli presentes, e intrigado pregunte por ella a mi vieja amiga Susi.
- es peridista de la revista "Mujer" (me respondio) pero no quiso presentarmela.
Dudando de su negativa, decidi acercamele en el momento en que la vi sentada sola en un sillon, me sente frente a ella con un vaso de whisky en mi mano tratando de entablar dialogo, pero al tenerla enfrente su mirada descarada me puso nervioso.
Cuando me estire hacia adelante para hablarle veo que se descruza de piernas para cambiar de posicion y me sorprendi: No tenia ropa interior.
Si estaba nervioso, mucho mas me puse ante lo que veian mis ojos.
Ella me mirò desafiante, sacò una cigarrera de su bolso y me pidio fuego, era indudable quq queria un acercamiento.Lo peor era que yo no fumaba, presuroso me levante a conseguirle fuego, y cuando regrese ya habia prendido el cigarrillo con su encendedor.
Me dije: - utilizo la mejor excusa para dialogar.
Y asi fue, no me le despegue en toda la noche, bailamos un buen rato y el contacto de nuestros cuerpos me excitaba cada vez mas.
Me ofreci a llevarla a su casa, y durante el trayecto dentro del coche, se sienta girando a un costado frente a mi, y yo no podia sacar la vista de su entrepierna.
Me mostraba, me ofrecia, y yo ardia por dentro.
DEslice mi mano a sus piernas queriendo acariciarlas, pero ella bruscamente me la saco.
Era evidente que esa noche no conseguiria nada, aun cuando nos despedimos me rozo con los labios en la boca, yo intente retenerla de un brazo y ella se escabullo bajandose presurosa.
Esa noche no dormi de la calentura que tenia.
Pasados varios dias decidi llamarla por telefono e invitarla a cenar. Pase a recogerla a las 8 de la noche y fuimos a un restaurand bastante distinguido e intimo. La cena pasaba bastanta amena, con largos debates y risas entre medio, cuando de pronto me sorprende poniendome su pie en mis genitales.
La mire dudoso y ella solo respondio con una sonrisa cautivadora.
Me sentia incomodo, pero lo estaba disfrutando, ella siguio con su tarea y yo cada vez me sentia mas duro que una piedra y ardiendo como perro caliente.
Deslice mi mano por debajo del mantel tratando de alcanzarla, cuando veo que comienza a realizar movimientos raros y me pone en la mano su tanga.
Eso me puso mas loco, excitado y ardiente.
La guarde disimuladamente en mi bolsillo, y ya no supe que decir.
Se levanto para ir al baño y a los minutos decidi seguirla, me meti en el baño de "ellas" y al no ver nadie a la vista entre buscandola en los pasillos y cuando la divise, ahi estaba sentada en un wc masturbandose.
Quise entrar en donde estaba ella y con un fuerte golpe me cerro la puerta poniendole la traba.
Volvi resignado a la mesa y me desespere viendo que no regresaba
El maitre llega a mi mesa trayendome un recado escrito de ella:
- lo siento, decidi irme a casa, en estos dias te llamo, bye-
Me senti una basura humana, no habia duda que le gustaba jugar jueguitos peligrosos y yo era su juguete de ocasion.
Pase unos dias infernales, no podia concentrarme en el trabajo, la salvacion fue un viaje a otra ciudad por un proyecto.
Regrese un poco mejor tratando de olvidarla, pero al escuchar su voz en el contestador donde habia dejado unos cuantos mensajes, decai.
Esa noche contrate a una putita que me sacara un poco de calentura acumulada, pero cuando tenia sexo solo pensaba en ella. Ay.!!... Mara me estas matando!
(continua)