jueves, 31 de mayo de 2007

LA FIESTA (CUENTO 3ra parte)

La pare en seco, después de tantos años de amigas por mas desesperada que ella estuviera, no tenia ganas de pasármela bien, y menos con ella.
Enojada me dice:
- que te pasa? Acaso ahora te haces la mojigata, lo que vi. en la pileta no era precisamente eso
- Jo, dejémonos de joder, si estas caliente, que no sea conmigo
- Pero como no eras vos la liberal que quería siempre experimentar cosas nuevas?
- El pez por la boca muere, verdad?
- Esta bien, relájate y tomate una de estas
Y me alcanza una pastilla que saco del botiquín del closet
- dale desconfiada, es solo para pasarlo bien
Y toma un vaso que había allí y lo llena de agua de la canilla, después ella saco otra y también la tomo.
Nos sentamos en el piso del baño a fumar un rato mientras charlábamos unas cuantas pavadas. Acaloradas salimos de allí adentro, cuando veo a Debora montada sobre JuanK que permanecía acostado en la colchoneta en medio de la piscina.
Joana me hace señas con un dedo en la boca que no hagamos ruidos y nos escondimos detrás de una planta cercana para espiarlos.
Sentí adentro una sensación de bronca y odio a la vez, pero mirarlos me estaba gustando demasiado.
Debora lo besaba en la boca y el le acariciaba los pechos, cuando veo que ella se corre la tanga y se monta bien encima del miembro erecto de el, y comenzaron a moverse agitadamente, mientras se besaban como locos.
A pesar de la bronca que tenia encima, me excitaba verlos follar, cuando siento unas manos en mi trasero, suaves, delicadas que me acarician.
Ahí me percate que la temperatura de Joana estaba subiendo como la mía y yo era lo mas cercano que tenia en esos momentos.
Quise apartarla para poder seguir observándolos, cuando me toma de la cintura y se apoya en mi, y comienza a subir las manos a mis senos.
Mientras JuanK y Debora seguían con ritmo cada vez mas acelerado, y solo los escuchaba gemir.
Las caricias de Joana me estaban gustando, por lo que entre la excitación de lo que veían mis ojos y el manoseo, me habían puesto caliente al máximo.
Cuando no pude aguantar mas, me di vueltas y comencé a besarla en la boca, cuando sentimos un fuerte ruido en el agua, nos despegamos y giramos la vista para verlos a los dos en el agua que seguían copulando. Para ese entonces, el la tenia arrinconada contra la escalera de la pileta y había montado las piernas de ella sobre sus hombros, eran tremendos los gemidos que lanzaba la perra de Debora, y el no se quedaba atrás, señal que los dos disfrutaban a lo loco.
Enojada, me di vueltas y me la lleve a Joana, hasta la puerta del baño, la arrincone y la empecé a lamer por cada parte de su cuerpo, mientras ella me metía una de sus manos en mi entrepierna.
Las dos hervíamos, no se si producto de todo lo bebido, fumado, o el espiar a esos dos, o bien la pastilla que nos estaba haciendo efecto.
Sin dejar de besarnos, nos fuimos yendo hasta dentro del baño, para arrinconarnos contra el lavabo, ahí le saque el vestido que aun llevaba, y le desprendí el corpiño, mientras ella ya estaba introduciéndome uno de sus dedos en la vagina, y con el otro me acariciaba efusivamente el clítoris.
Lenguas que iba y venían por cada parte de nuestros cuerpos, y manos exploradoras de cada centímetro de placer, solo se que perdí la noción del tiempo y de lo que hacia, pero lo único que quería es cada vez mas placer y mas goce, parecía que no estaba satisfecha y cada instante quería mas…
(continuara)

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