Frente a frente me enterneces, te miro… nos miramos, tengo un impulso: el recorrer tu rostro con mi mano.
Apoyo el dedo índice en tu sien izquierda y lo llevo hacia tu ceja, la recorro hacia el centro, suavemente lo deslizo hacia tu otra ceja, bajo el dedo, entrecierras los ojos, los delineo trazo por trazo, primero uno después el otro, y me detengo en el punto medio, bajando por tu nariz.
Lo subo, lo bajo, sonríes… te hago cosquillas, pero igual sigo, ahora llegue encima de tus labios.Tus labios… que bellos son, ahora utilizo el dedo índice y el medio, con solo dos dedos voy marcando mi llegada a ella, la voy dibujando despaciosamente, de un lado al otro, y me poso en el medio de tus labios, sin titubear prosigo mi lento recorrido.
Me tientas, quisiera besarlos, pero me reprimo, sigo en mi marcha, los entreabres, acaso quieres morderme los dedos?
Tienes hambre?
Yo si! De devorar tu boca. Dejo de pensar y sigo marcando el camino, un labio ahora el otro.
Que bien se siente al tacto, ese contacto de tu boca húmeda con mis dedos; los retiro, quiero sentir tu sabor me los meto en mi boca, que bien saben. Húmedos los saco y prosigo contorneando tu rostro, ya con mi mano recorro tu mejilla, tu oído y voy al otro extremo para hacer lo mismo, suavemente como una caricia, con la palma y con el dorso, así muy suave, bajo a tu cuello, lo recorro de un lado del otro.Pero sigo pensando en tu boca, en tus besos que a veces me dejan sin aliento. En tu lengua, que me fagocito como un animal voraz en busca de alimento.Tus besos me consumen, desfallezco en cada uno de ellos, quisiera besarte ahora mismo, pero quiero continuar este juego de explorar cada centímetro de tu piel con mi tacto.
Del cuello voy a tu hombro, al antebrazo, al brazo, y tus vellos me hacen cosquillas en mis dedos, subo de nuevo al hombro, bajo pausadamente sin apuro, llego a tus manos y con solo el índice, recorro cada uno de tus dedos.
Que hermosas son tus manos, nunca te lo dije?
Del tamaño justo para tomar mis senos entre ellas, caben a la medida, hechas a mi calce.
Vuelvo a subir, y voy por tu pecho hacia el otro hombro, lo recorro, bajo, subo y vuelvo a bajar, ya estoy en tu otra mano, vuelvo a tu pecho palpo tus tetillas que se ponen tensas bajo mi piel, te erizas, yo también siento escalofríos.
Quisiera besarte el pecho y con mi lengua recorrerlo, y sentir el sabor agradable de tu piel, y tu aroma cuando acerco mi nariz a tu cuello.
Tu aroma me cautiva, impregna el aire, me lleva como un imán hacia ti.
Pero alejo pensamientos, para seguir palpando tu piel ya erizada por sentir el contacto de mis dedos.
Bajo mas voy a tu vientre, a tu cintura, la contorneo con ambas manos, para deslizarme a tus muslos, de afuera hacia adentro y quedarme en tu entrepierna.
Ahí me quedo, no exploro mas, ya te siento caliente. Ya siento tu miembro erecto en mi mano, duro como vara de metal al rojo vivo.
Ya no palpo, ahora solo quiero degustar esa fruta madura que tienes en medio de las piernas y que me cautiva y me hace sentir mujer cuando te introduces en mí.
Lo tengo en mi boca, solo quiero darme el lujo de quedarme un largo rato ahí, besándolo con mis labios calientes.
Me tomas de la cabeza, hurgas en mi pelo y me acaricias con ternura, así como a mi me gusta.
Con la punta de mi lengua lamo el glande, recorro todo tu miembro, beso tus genitales, y vuelvo a tu miembro erecto, lo lamo una y otra vez.Ya estoy húmeda, pienso en tenerlo dentro mió.
Pero quiero seguir chupándolo despaciosamente, así con suavidad como se que te gusta.
Sueltas mi cabeza, te inclinas hacia atrás. Siento que lo estas disfrutando, ya te agitas, estas suspirando.
Con mi otra mano me exploro, busco mi clítoris, lo encuentro e introduzco mis dedos ya humedecidos en la vagina, cada vez mas adentro, quiero gozar contigo, me masturbo.
Y vos, ahí con los ojos entrecerrados gozando como yo. Sigo lamiendo, chupando. Ya tienes espasmos, te agitas mas, gimes, gritas…
Lo saco de mi boca, y lo apoyo en mi labios para sentir tu eyaculacion encima de ellos, ya esta, ya termino todo.
Yo también tuve mi orgasmo, siempre llegamos juntos. Siempre gozamos juntos-
Saboreo mis labios y tu esperma caliente se esparce en todo mi rostro, te incorporas, me tomas el rostro con las manos, me limpias con un pañuelo, y después me das un sabroso beso tierno.
Nos quedamos mirándonos fijamente, y al ver tu mirada comprendí que recién empezaba el juego, que ibas por más, me levantas y me sientas sobre tus muslos.
Ahora es tu turno el de recorrerme entera con tus dedos, de palpar mi piel sudada y de lamerme cada centímetro de dermis.
Ahora es tu turno, espero ansiosa tu exploración…
CIELO INMENSO
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