viernes, 20 de abril de 2007

SUEÑOS ERÓTICOS I


SUEÑOS ERÓTICOS I
Nadie nos puede condenar por un sueño erótico, no importa quién sea el personaje que protagonice la escena, tu esposo, tu ex, tu amigo. Soñar es una actividad creativa que surge de lo más profundo del ser humano y aunque muchas mujeres se sientan culpables, es algo natural e inconciente.
¿Cuántas veces hemos tenido sueños eróticos que no hemos podido comprender o realizar? ¿Cuántas ocasiones hemos soñado despierto con la posibilidad de conectarnos mejor sexualmente con nuestra pareja, o con alguien que nos interesa?
Cuando la luz se apaga y nos acostamos entre las sábanas, la mente deambula y comienza una nueva vida. Se liberan los deseos y temores más profundos que no somos capaces de reconocer cuando estamos despiertos.
En muchos casos los sueños revelan los verdaderos deseos y las necesidades de una persona. Del mismo modo nos muestran cuando no estamos satisfechos. Se podría decir que nos liberamos mientras soñamos, es como nuestro umbral oculto, nadie tiene por qué saberlo. Además, se podría decir que el alma humana vive en el sueño aquellas situaciones que le resultan imposibles o muy difíciles realizar.
Por esa razón, los sueños eróticos no presentan la conducta sexual y social que practicamos despiertos. Pueden ser salvajes, tiernos, impetuosos, absurdos, seductores y perversos y todo lo que tu imaginación quiera, porque manifiestan los conflictos y las necesidades emocionales ocultas en nuestro inconsciente.
Las personas siempre están inmersas en experiencias sexuales, sensuales y eróticas reprimidas en el inconsciente, sacadas de la realidad rutinaria, consigo mismas y con otras, informa el sitio argentino "Infobae.com"
En muchas ocasiones los sueños eróticos pueden revelarse por miedo a la intimidad y son muy comunes en adolescentes, o en personas que experimentan abstinencia sexual. Otras muchas, son simples fantasías que podemos disfrutar por una noche.

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