viernes, 13 de abril de 2007

EL ARTE DE LA MASTURBACIÓN (parte IV)


MASTURBACIÓN MASCULINA

(parte IV)


Cuando un varón llega a la adolescencia empieza a atravesar importantes cambios en sus emociones. La conciencia sexual se acentúa e intenta liberar la tensión erótica mediante la masturbación, esto se acentúa cuando no tiene pareja. Muchos hombres continúan masturbándose durante toda su vida, incluso cuando mantienen relaciones con otra persona. Según diversos estudios, un 94% de hombres se han masturbado alguna vez hasta llegar al orgasmo

El método clásico

En general, el hombre se masturba sujetando con una mano el cuerpo del pene e imprimiendo un movimiento rítmico de vaivén, al mismo tiempo que acaricia el tallo de arriba a abajo. La mayoría estimula también el glande y el frenillo (bajo el glande, en la parte inferior). Algunos consiguen llegar al orgasmo frotando el glande cada vez más rápido. Para otros, con una sensibilidad extrema, esta maniobra puede ser dolorosa. El nivel de presión, la rapidez y la amplitud del movimiento varían de un individuo a otro.

Lo más importante es el ritmo: la regularidad crea la tensión sexual. También puede acariciar, masajear o sujetar los testículos al mismo tiempo, o frotar el periné (zona situada entre los testículos y el ano). Presionar la base del tallo aumenta la sensibilidad y facilita la erección. El orgasmo masculino suele tardar entre 2 y 5 minutos alcanzarlo. Aunque depende del estrés, el cansancio y la excitación. La mayoría acarician el pene (o frotan el glande) cada vez más rápido cuando sienten que va a llegar el orgasmo. Otros sujetan sus testículos o la base del tallo mientras están eyaculando. Si desea retardar la eyaculación, debe ir más despacio o detener el movimiento, y luego volver a empezar.

Muchos hombres utilizan la saliva para lubricar el sexo; de esta forma las sensaciones de la masturbación se parecen más a las de una penetración. Sin embargo, a veces la saliva no es suficiente. La mejor solución es utilizar un lubrificante a base de agua. Además de ser (casi) interminables, proporcionan una sensación diferente, ya que permiten un frotamiento más intenso con toda la palma de la mano directamente sobre el glande. El lubrificante a base de agua evita que los penes sensibles se irriten.

Métodos alternativos: Con una almohada para más realismo o con un juguete sexual.

De pie o de rodillas con una almohada doblada delante de usted, de tal forma que simula la cavidad vaginal y le permite fantasear con el coito. También puede colocar la almohada a la altura de la ingle, frotando el pene de adelante hacia atrás y hacia arriba. Esta técnica permite aumentar la excitación. Justo antes del orgasmo, puede pasar, si lo desea, al método clásico o a una estimulación más directa. Si no, acelere el movimiento como durante el coito. Gracias a esta técnica podrá dar un toque realista a sus fantasías.

¿Y por qué no utilizar un juguete sexual para descubrir nuevas sensaciones? Existen varios artilugios divertidos, pensados para ayudar al hombre en sus placeres solitarios.

Los masturbadores o estimuladores de látex cubren todo o parte del pene, permitiendo la estimulación de todo el sexo. Los hay que incluyen un vibrador de pilas, normalmente de velocidad variable, que aporta una sensación nueva de masaje. El material empleado (látex y derivados) es muy suave, y los progresos tecnológicos han llegado a recrear materiales sorprendentes, muy parecidos a la piel humana. Su forma varía: simples y prácticos, o más "reales" y con forma de vagina. ¿Y las muñecas inflables? ¡Por qué no! Muchos hombres son decididos partidarios de las muñecas. Se deben escoger los modelos de látex y no los de plástico simple, con los que hay que ser mucho más imaginativos. Asimismo, numerosos artilugios "penetrantes" pueden ayudar a estimular el ano, la próstata y el punto G masculino. Pero no todos están dispuestos a realizar estas estimulaciones que, sin embargo, son completamente naturales.

De pie o sentado, podrá utilizar el jabón o el champú como lubrificantes. Sin embargo, es mejor evitar cualquier irritación; escoja de preferencia un lubrificante que no dañe la piel. La presión del agua sobre el glande y el pene es una sensación muy voluptuosa. Con esta técnica estimula todo el cuerpo: puede comenzar enjabonándose como lo haría su pareja, luego se puede masajear el ano, el periné, el escroto y los testículos, antes incluso de tocar al pene. Puede continuar con el método clásico. Dado que el pene y el glande no han sido estimulados inmediatamente, puede que necesite un poco más de tiempo para llegar al orgasmo. Otra ventaja: el "lavado automático". Ya no necesita limpiar el esperma con un pañuelo después de la eyaculación


¿Cómo masturbar a un hombre?

La masturbación es de gran ayuda para que las personas mayores alcancen la erección. Con suaves caricias puedes llegar a alcanzar el orgasmo, pero el pene también admite una estimulación con menos sutileza. Rodea el cuerpo del pene con la mano y mueve la piel arriba y abajo rítmicamente, la velocidad, duración del movimiento y la presión a ejercer depende de cada persona, coméntalo con tu pareja para que te indique lo más adecuado. El frenillo, zona justo debajo del glande con el pene erecto, puede resultar muy estimulante. A medida que tu pareja va llegando al orgasmo aumenta la velocidad de los movimientos. Tras la eyaculación el glande se vuelve muy sensible por lo que hay que dejar de apretar. Estimulación de los testículos Para casi todos los hombres es muy relajante que les acaricien los testículos, eso sí, siempre con suavidad. Toma el pene con la mano y usa la otra para cubrir y recorrer los testículos y acariciar la zona entre los testículos y el ano. Esta zona es muy sensible. El escroto (bolsa que contiene los testículos) es como si fueran los labios exteriores de la mujer, por eso aunque las caricias y los besos produzcan sensaciones muy agradables, no es probable que desemboquen en un orgasmo

1 comentario:

Sr. Bateman dijo...

Los masturbadores de latex son ridículos, un tío que meta su polla en una de esas mierdas tiene un problema