“En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación” Octavio Paz
jueves, 3 de mayo de 2007
VOLCAN Y MORTIFERA (2DA PARTE- CUENTO)
Paso el tiempo , cuando la volví a ver en un Shoping, donde me encontraba yo comprando camisas, la vi. parada contra la vidriera del local y estaba mirándome, nuestros ojos se encontraron y volví a tener ese deseo irrefrenable de que sea mía.Permanecí unos segundos mirándola, cuando veo que mete su mano bajo su pollera y comienza a tocarse despreocupadamente delante de todos los que por allí pasaban.
Era evidente que me volvía a provocar. Pague mi compra y salí presuroso a perseguirla, ya que estaba a muchos metros mas adelante y entre la multitud pude divisarla.Ella sabia de mi persecución apurando su marcha y yo corriendo como loco, bajando, subiendo escaleras, llevándome la gente por delante .Había comenzado una cacería del gato y el ratón, pero a media marcha llegue a pensar si los papeles no se habían invertido.La perdí de vista, con bronca me resigne, anduve desorientado caminando por los negocios tratando de ver vidrieras para distraerme, cuando para mi sorpresa la veo en la cafetería charlando amigablemente con un chico muy joven. Me quede ahí parado observándoles, casi escondido para que no me vieran, y cuando se levantaron del lugar, volví a perseguirla.Llegaron hasta el estacionamiento, y subieron a un auto, pero los demás vehículos que se iban en ese momento me obstaculizaron la visión, así que no tuve mas remedio que ir acercándome a cada uno y ver por el parabrisas sus ocupantes, cuando sin querer los encuentro, estaban en una lucha descontrolada de besos y manoteos, el vehiculo comenzó a moverse al compás de sus cuerpos, cada vez con ritmo mas acelerado.
Y ahí como un tonto me quede viéndoles fornicar como descarriados y me excite cada vez mas, sentía ira, pero curiosidad y placer de verlos.Me escondí en una de las columnas cercanas y sin darme cuenta me estaba tocando, excitado saque mi pene y comencé a masturbarme.Cuando termine, me fui a buscar mi auto, y ahí llore como un niño pequeño, solo yo supe cuanto la deseaba. Solo yo supe de mi dolor.
Cuando estaba saliendo, el vehiculo de ellos me pasa a mas velocidad y ella por la ventanilla me sonríe con muecas de gozo, y se relame los labios.
Además de provocativa, me di cuenta que sabia que la había observado todo el tiempo y me desafiaba a más.
A partir de ese día comencé a vivir mi propio infierno, ya no solo era poca concentración en mi trabajo, sino a no comer casi nada, no dormir y pensar solo en Mara. Que me estaba envenenando la vida.
Una tarde de lluvia me encuentro con Susi mi vieja amiga, y al verme tan mal de aspecto, no tengo más remedio que sincerarme con ella.Vi como el rostro pálido de Susi se ponía mas blanco y me dijo que comenzara a tener otras ocupaciones que llenaran mis días o distraerme.No pude hacerle caso, mi socio me vio tan mal que me obligo a tomarme vacaciones. Pero fue peor, la distancia me hacia pensar mas en ella.
Susi todas las noches me llamaba por teléfono preocupándose por mí, hasta que un día me dijo:
- hay cosas que supe que no debería contarte, pero sabes una cosa, no sigas quemándote, su fuego arde y vos arderás con ella, nada mas que lo tuyo será en el infierno. Cuídate.
Ya era demasiado tarde, ya vivía mi infierno con mayúsculas.
Un día la vi desde mi auto, caminando con una fotógrafa en la calle, supe que estaría trabajando, huí del lugar ni quise mirarla.
Julio (mi socio) me propuso que salga a divertirme, su novia me presentaría una prima que venia de Uruguay, quizás esa cita a ciegas me hiciera pensar en otra que no fuese Mara.
Acepte casi por obligación y después de cenar los cuatro nos fuimos a un boliche bailable de Recoleta.La chica no era desagradable en su manera de ser, muy bonita, si entraba en comparaciones era mas que Mara, pero era una chica normal, y para ese entonces ya había descubierto que a mi me “perdía “una gata caliente.
La noche trascurría amenamente, después de bailar fui a la barra por unos tragos cuando la vi. ahí a Mara sentada charlando con un chico y una chica, que me pareció ser la fotógrafa que había visto con ella días antes.Cuando la vi, creí morirme, si bien dicen que el mundo es pequeño, esto era demasiado para mi, nada podría jugarme mas en contra esa noche.Trate que no me viera era demasiado tarde, me acerco a mi con todo descaro a saludarme, como si nada hubiese ocurrido.Me dio un gran abrazo y me apoyo sin escrúpulos sus tetas en mi brazo, evitando sacármelas de encima,me tomaba del brazo y me sonreía, me obligo a saludar a sus amigos.Trate de escapar diciendo que estaba con mi novia, pague mis tragos y fui en busca de Marcela. La situación de saberla ahí a pocos metros me puso nervioso, trate de olvidarla y nos fuimos a bailar, al cabo de unos pocos minutos la veo bailando en la pista con sus dos amigos a mi lado.todos sus movimientos eran de provocación, caderas, brazos, rostro, no había duda que esa seducción desplegada, era un show dedicado a mi.En medio de baile la veo la toquetearse con su amiga, a realizar entre las dos movimientos obscenos, y el chico enfrente de ella bramando como loco, danzando los tres abrazados a un ritmo frenéticamente sensual y descarado, sin importarles nada.Marcela se percato de mi observación constante, y prefirió irse a sentar.Cuando fui al baño me sale Mara a mi encuentro y me lleva de la mano hacia un reservado, me debatí entre dejarme arrastrar y huir de sus garras, pero mi debilidad de hombre alzado pudo mas, cuando observo en los asientos, su amiga y el chico estaban semi desnudos teniendo sexo, ella sentada en sus piernas, y Mara me señala que me quede ahí, para reunirse con el dúo y comenzar a besar a la chica apasionadamente en la boca y manosearle los senos, segundos mas tarde el trío era una infernal hoguera de besos, caricias, sexo y orgasmos.
Y yo…. Un entupido tonto que solo me limite a mirar.
Huí cuando vi que el se la estaba montando, ya era demasiado dolor, demasiado…
Pasaron unos cuantos meses cuando supe de ella, a decir Susi se encargo de contarme que estaba saliendo con un vejete, dueño de la editorial para la que ella trabajaba.En cierta manera me resigne a perderla, pero después supe que nunca había sido mía.Una madrugada me llaman al celular, y era ella. Me pide que la alcance a la casa de su tía enferma que tenia que llevarle medicación urgente y que su auto estaba roto (pretextos me dije) pero incauto como otras veces, acudí a su llamado.Todo era normal, yo actuaba como si nada, y ella totalmente preocupada por su tía. Si no fuera porque su tía vivía en un octavo piso no hubiésemos tomado aquel ascensor, cuando veo que apreta todos los botones para que se quede entre pisos y ahí se me abalanza, y me comienza a besar para después bajarse y empezar a lamer mi pene.Ohh!! Dios como lo hacia, me volvía loco, me retorcía de placer, era una aspiradora a todo motor que me succionaba cada parte de mi ser, cuando creí ya llegar al orgasmo, ella se encargo de desparramarlo en su cara y relamer sus labios.Cuando quise tomarla entre mis brazos, me rechazo y apretó de nuevo los botones, pero hacia abajo. Entonces comprendí que era toda una farsa lo del remedio, la perseguí en la calle y ya contra mi auto me le abalance, me grito, me cacheteo, me dijo que mas que lo que había pasado no pasaría.Pegue la media vuelta, subí a mi coche y la deje ahí sola en la acera.Arranque furioso, lleno de odio hacia ella y hacia mí por debil tonto.
Ahí comprendí que se estaba tornando aditiva como el alcohol.
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