Respirar juntos
Este ejercicio permite una conexión profunda.
Pongan unas velas alrededor de la cama (con cuidado que no se queme nada). Sentados en una posición relajada, con los ojos cerrados y los labios juntos; comiencen a emitir un sonido como el zumbido de una abeja, lo suficientemente fuerte como para que otros te oigan y crear una vibración en todo el cuerpo…
Este ejercicio permite una conexión profunda.
Pongan unas velas alrededor de la cama (con cuidado que no se queme nada). Sentados en una posición relajada, con los ojos cerrados y los labios juntos; comiencen a emitir un sonido como el zumbido de una abeja, lo suficientemente fuerte como para que otros te oigan y crear una vibración en todo el cuerpo…
Desnudos sobre la cama, sin molestias (apagar teléfonos, llevar a los niños a casa de los abuelos, obviamente apagar la televisión), con la espalda derecha, cúbranse con una sábana para encontrar un espacio común propio, sólo de ustedes. Se toman de las manos, cruzadas. Luego se miran y encuentran un ritmo respiratorio conjunto.
Lleven la atención y la respiración al periné, el espacio entre los genitales y el esfínter anal. De allí sube un canal hueco por la columna que se llena de energía, que irán recorriendo suavemente con el aire, hasta salir por la coronilla. Hagan dos ritmos: en el primero, respiran inhalando y exhalando al mismo tiempo. Luego, mientras uno inhala, el otro exhala, de manera que irán respirando el aire del otro. Terminan con el primer ritmo.
Cierren los ojos y juntos emitan el sonido de la abeja durante 30 minutos; en un rato van a sentir que sus energías se encuentran y se unen. El deseo estará nuevamente presente.
Fuente:enPlenitud.com
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