FOMENTA EL CONTACTO:
El amor, es el roce de dos epidermis ". Esta frase es incompleta, ya que el amor también es algo más, pero no se puede negar que nuestra piel sea el receptor de sensaciones más importante, el más íntimo. Todo el mundo puede ser visto, oído, pero todo el mundo no se dejará tocar. Aprovechad de vuestra intimidad para ir un poco más lejos.
Tócale como si lo hicieses involuntariamente. Quédate muy cerca de él, casi pegada, en su perímetro íntimo. Porque normalmente, a menos de 50 centímetros, sólo se deja estar a las personas más próximas. Posa tu mano en su brazo mientras que le hablas, colócale una mecha de su pelo, quítale un hilo (falso) de su camisa..
Haz "piececitos" debajo de la mesa. Es un gran clásico, pero que siempre consigue electrizar el ambiente. Incluso le puedes acariciar delicadamente por debajo de la mesa, colocando o rozando con tu mano una de sus piernas
Cuando te encuentres entre la muchedumbre (haciendo la cola en el cine, en una manifestación), aprétate contra él como si te empujasen. No sabrá si lo haces aposta o no y la duda favorece el erotismo.
Invítale a que vaya a hacer deporte contigo: footing, piscina… Cuando se transpira juntos, la comunión de los cuerpos se acerca. Sin embargo, evita el deporte que le aleje de ti.
Acaricia tu piel delante de él: tu brazo, tu mejilla, con un dedo, una mecha del pelo, con mucha suavidad y placer.... Esto despertará su deseo de tocarte también.
Háblale cerca, en la oreja, para que sienta el calor de tu aliento, o incluso con tu boca en su cuello. Como si estuvieses murmurándole un secreto
Elige una sábanas suaves y brillantes, de satin o seda, perfumadas... En una palabra, unas sábanas que sean propicicas para compartir un momento tórrido.
Proponle un masaje corporal: no hay nada mejor como acariciar el cuerpo. Si le duele algo, ¡aprovecha!: la espalda, la rodilla, el tobillo... si tus manos son expertas para aliviar, pensará que pueden ir mucho más lejos
El amor, es el roce de dos epidermis ". Esta frase es incompleta, ya que el amor también es algo más, pero no se puede negar que nuestra piel sea el receptor de sensaciones más importante, el más íntimo. Todo el mundo puede ser visto, oído, pero todo el mundo no se dejará tocar. Aprovechad de vuestra intimidad para ir un poco más lejos.
Tócale como si lo hicieses involuntariamente. Quédate muy cerca de él, casi pegada, en su perímetro íntimo. Porque normalmente, a menos de 50 centímetros, sólo se deja estar a las personas más próximas. Posa tu mano en su brazo mientras que le hablas, colócale una mecha de su pelo, quítale un hilo (falso) de su camisa..
Haz "piececitos" debajo de la mesa. Es un gran clásico, pero que siempre consigue electrizar el ambiente. Incluso le puedes acariciar delicadamente por debajo de la mesa, colocando o rozando con tu mano una de sus piernas
Cuando te encuentres entre la muchedumbre (haciendo la cola en el cine, en una manifestación), aprétate contra él como si te empujasen. No sabrá si lo haces aposta o no y la duda favorece el erotismo.
Invítale a que vaya a hacer deporte contigo: footing, piscina… Cuando se transpira juntos, la comunión de los cuerpos se acerca. Sin embargo, evita el deporte que le aleje de ti.
Acaricia tu piel delante de él: tu brazo, tu mejilla, con un dedo, una mecha del pelo, con mucha suavidad y placer.... Esto despertará su deseo de tocarte también.
Háblale cerca, en la oreja, para que sienta el calor de tu aliento, o incluso con tu boca en su cuello. Como si estuvieses murmurándole un secreto
Elige una sábanas suaves y brillantes, de satin o seda, perfumadas... En una palabra, unas sábanas que sean propicicas para compartir un momento tórrido.
Proponle un masaje corporal: no hay nada mejor como acariciar el cuerpo. Si le duele algo, ¡aprovecha!: la espalda, la rodilla, el tobillo... si tus manos son expertas para aliviar, pensará que pueden ir mucho más lejos
No hay comentarios:
Publicar un comentario