Un beso no es sólo un beso. Es una ocasión para galantear, para coquetear. Y cuando vives una historia romántica debes esforzarte para besar con creatividad y dulzura.
No pienses en nada más que en el beso que estás dando. Mejor todavía, no pienses.
Empieza suavemente con los labios entreabiertos o cerrados. No comiences con los labios húmedos, la boca abierta o con la lengua empujando.
Relaja los labios, pero no hasta el extremo de dejarlos fláccidos.
Besa como si dispusieses de todo el tiempo del mundo.
Pero no prolongues el beso más allá de su vida natural.
Usa tus manos, incrementa lentamente la presión o roza con suavidad, pero no en zonas eróticas, puedes hacerlo en la espalda, hombros, brazos...
No conviertas cada beso en un acto sexual.
Besa a tu pareja como si fuera la primera vez que lo haces.
Mantén los ojos abiertos (si la intimidad te lo permite).
Besa diferentes partes de la cara de tu pareja y no solamente los labios.
Dos o más pequeños besos son una buena manera de anticipar un largo y cálido beso.
Disfruta de varios besos largos y cortos antes de transformarlos en pequeños bocaditos o lameduras o ... lo que sea.
Y otro pequeño beso antes del más grande. Besar no debe empezar o acabar abruptamente.
Presta atención a un final elegante, un dulce y plácido final es mucho más agradable que una despedida brusca y sonora.
Un beso en la mano, te adora.
Un beso en la mejilla, simplemente quiere ser tu amigo.
Un beso en el cuello, te quiere.
Un beso en los labios, te ama.
Un beso en las orejas, simplemente está jugando.
Un beso en otro sitio, no te dejes llevar muy lejos.
Un beso mirando tus ojos, bésame.
Un beso jugando con tu pelo, no puede vivir sin ti.
Un beso con las manos en tu cintura, te ama mucho para dejarte ir.
( Fuente: Nosotras (mujer.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario