Los complementos sexuales existen desde hace unos 2.500 años. Los antiguos egipcios y griegos ya usaban consoladores, al igual que los romanos, los cuales hacían velas semejantes a enormes penes.
Antiguos manuscritos chinos explican cómo atar la base del pene con seda para mantener la erección (una versión primitiva de los anillos para el pene).
Algunos de estos juguetes eran muy imaginativos: el "erizo" chino era un círculo de finas plumas unidas a un anillo de plata que encajaba sobre el pene.
El vibrador es la versión moderna del consolador, y se ha convertido en el complemento sexual con mas éxito.
Para mucha gente se trata del mejor juguete sexual.
En el mercado hay disponible toda una amplia gama de vibradores; modelos con accesorios especiales para la estimulación del clítoris; vibradores anales con un protector para que no se queden dentro; e incluso pequeños vibradores con forma de huevo, que se introducen en la vagina.
Los más modernos giran y se mueven, vienen con distintos cabezales para alterar las sensaciones.
Estos potentes y fiables vibradores se comercializan como masajeadores para el cuerpo, pero no tienen rival para una fuerte y consistente estimulación genital.
Los vibradores a pilas son probablemente la clase de juguete sexual más conocida. Son baratos, portátiles y ofrecen unas vibraciones moderadas (indicado y preferido para los que encuentran los vibradores "enchufables" demasiado fuertes). Su duración es variable, y pueden durar desde una semana hasta varios años. Normalmente los vibradores de plástico duro son más fuertes que los de vinilo o goma.
Muchas mujeres disfrutan utilizando los modelos cilíndricos tanto como para la inserción vaginal como para la estimulación clitoridiana.
1 comentario:
Un producto que cada vez va siendo más popular en España, ahora que se van superando los prejuicios y la vergüenza. Ademas de su uso como juguete sexual, siempre puede utilizarse también para preparar batidos, un producto que se amortiza solo.
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