miércoles, 18 de abril de 2007

III FANTASIAS Y EL TABÚ


III

¿Por qué se consideran las fantasías sexuales un tema tabú?

Como con cualquier otro tema relacionado con la sexualidad, con nuestros cuerpos y con mis mentes, se han formado muchos mitos y muchos tabúes: se piensa que las fantasías que tenemos son el resultado de algo que reprimimos en nuestro interior ( p.e, si tenemos fantasías con personas de nuestro mismo sexo, pensamos que en realidad tenemos sentimientos homosexuales reprimidos y que no aceptamos); por ello le ponemos connotaciones negativas e intentamos no hablar de las mismas.
Porque siempre se han asociado con la inmadurez, la infidelidad, la inmoralidad, el pecado, lo prohibido...

Porque en nuestras fantasías todo esta permitido, no tenemos censura, sólo lo que nosotros queramos poner. Probamos experiencias, sensaciones, deseos, sentimientos que socialmente están prohibidos o mal vistos.

Algunas culturas y religiones consideran que el pensamiento y el acto es lo mismo, así que si pensamos en cosas raras o inmorales estamos cometiendo un grave pecado, como si lleváramos a la realidad esos pensamientos.

Porque se consideran como algo muy intimo, que pueden desvelar aspectos muy secretos de nuestra personalidad y que no hay que contar. Mejor no compartirlas, pues nos podemos avergonzar de lo que pensamos, o quizá s creamos que tenemos que llevarlas a la práctica.
Porque se sale del modelo de expresión sexual que nos han vendido: relaciones heterosexuales, genitales y coitales.

¿Que funciones tienen, para que sirven?

De alguna u otra manera, todos y todas tenemos fantasías sexuales, como imágenes fugaces pasajeras involuntarias, o historias con principio y fin que recreamos en nuestras mentes de manera voluntaria.

Las fantasías tienen una función muy importante en nuestras vidas, y pueden servir para:

  • Expresar nuestros deseos sexuales y nuestros sentimientos.
  • Evadirnos de la vida real, de la monotonía, de lo que no nos gusta.
  • Aumentar o iniciar la excitación sexual, tanto en relaciones sexuales en pareja como con nosotros mismos (hay personas que necesitan utilizar algún tipo de fantasía para sentir un orgasmo).
  • Sentir excitación sexual sin ningún tipo de riesgo: sexo seguro.
  • Descargar o liberar tensiones.
  • Ensayar conductas sexuales que nunca hemos llevado a la práctica: podemos anticipar situaciones, dificultades, miedos...

En definitiva, forman parte de toda nuestra sexualidad, y sirven para lo que cada uno/a quiera que sirvan, pues podemos transformar todo nuestro mundo real en lo que queramos.

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